Llegamos en Navidad al Puerto de San Glorio con evidentes restos de las nevadas de Nochebuena y con temperaturas bastante bajas. El sábado pasamos la jornada con las tablas con la esperanza de catar la nieve caída pero tras llegar hasta arriba de Bobias con ellas puestas nos sorprende las escasez en una zona que habitualmente mantiene siempre bien la nieve... el viento ha soplado muy fuerte parece.
Para las primeras horas de la tarde del domingo está anunciado la llegada de un potente temporal, primero de fuertes vientos y luego de sucesivas jornadas de nevadas. Pensamos probar con los pinchos y vamos a intentar repertir una nueva línea al Pico del Abaceo, en la Sierra de Orpiñas, no reseñada hasta la fecha, que tenía visualizada Carlos desde hace tiempo y la realizó por fin el pasado domingo con Luis Ángel.
La noche del sábado es gélida, con una potente helada que da buenas sensaciones. Sin embargo amanece velado con nubes altas y comprobamos que la nieve no ha endurecido...
A medida que avanzamos vemos que con las bajas temperaturas los 10-20 cm caídos siguen sin transformar y no esperamos buenas condiciones... pensamos un par de veces en darnos la vuelta. No obstante, finalmente decidimos seguir y probar. En la siguiente foto reseña de la aproximación. Una vez pasada la Portiella, en vez de dirigirse hacia Bobias, hay que tirar recto hasta cruzar el riachuelo por un puente y seguir la pista en revueltas hasta abandonarla justo antes de unos bosquecillos de pinos. Por esa parte se pasa bastante bien zizagueando el piornal y se llega recto al corredor.
El puente
Un croquis con las condiciones encontradas
Al llegar al cono inicial nos sorprende muy gratamente encontar la nieve dura/helada. Los fuertes vientos han pelado las paredes y canales dejando ciertas acumulaciones no muy importantes de nieve reciente que no entorpecen la línea del corredor, así que hoy disfrutaremos.
Pinta muy bonito... pendientes mantenidas a unos 45º para empezar.
Tras unos cuantos metros, nos pegamos a derecha salvando un pequeño resalte para continuar por nieve dura.
Se llega a una parte muy estética, cubierta con un techo, en la que la pendiente decrece.
Llegando a la zona del techo
Desde el techo se aprecia la siguiente tirada con el resalte.
Llegando al resalte...la pendiente va aumentando progresivamente y la nieve se mantiene de lujo.
En el resalte aparece algo de hielo no muy grueso y el clásico tapín helado de la Cantábrica que agarra de lujo.
Por arriba, saliendo del resalte.
Tramo de pendiente fuerte y mantenida tras el resalte.
Arriba se ha formado una cornisa transversal de nieve dura que hay que sortear a modo de peldaño de unos dos metros para seguir después hacia cima directos.
En la última pala aflora ya brezo con nieve suelta hoy. Al llegar arriba las vistas y los colores del cielo están espectaculares; sin embargo, el adelanto del temporal ya está llegando... las rachas son fortísimas y la sensación térmica muy baja. Salimos de allí pitando.
Para el descenso, lo más directo es la canal que aparece tras un corto tramo de cordal. La canal que parecía muy amable desde abajo está totalmente helada: un largo tubo helado que requiere mucha atención hoy ( a tener en cuenta en función de las condiciones de la nieve). La alternativa es seguir el cordal hasta Bobias y volver por la Vega del Naranco, lo cual alarga un buen rato la vuelta.
Un fantástico día que nos dejará sonrisa para aguantar la espera por el temporal de frío y nieve que parece se alargará durante días... Una preciosa vía la visualizada por Carlos Quintana que, sin duda, se sumará a la larga lista de clásicas de este paraíso helado de Altares-Orpiñas que no defrauda.
